29/8/07

No quiero conjurar la furia
pero el silencio obliga
a perpetuar
la cadena alimentaria.

27/8/07

confieso:

Arde un mapa
en mis manos de pulir.

Cordura se lamenta de mi voz,
acicatea la duda hasta sangrarla,
no sabe de fuegos que merman
la laguna rancia.

Un MAR
de marzos andinos en la pendiente
sabe de mi voz arada,
mi voz cedida
al agua arcana.

Sabe de un fuego fatuo
que amortizará la

T
O
R
R
E.

22/8/07

Revuelo-de-lajas-blancas.

Ya no visitaré tus patios,
ni dibujaré por la rendija
el beso cardenal.

Sí voy a espaciar el tiempo
hasta romper los huecos
que se nos quedaron prendidos.

15/8/07

No era fiebre sino arsenal lo que guardaba en su bolsillo. Un farol en la puerta y los árboles mecidos.

Por la seca y el olvido.

La casa se hallaba en la cima. Un ombligo abismal de dudas. Una pequeña fogata con sobres, cartas y lluvias.

Por la seca y el olvido.

Mi ruiseñor pateó la jaula.
Mi ruiseñor saltó a la noche.

No hay miedo más grande: que la seca y el olvido.

14/8/07

anoche

Saltar la valla en aras de algo:
lidiar con la sirena por la cerradura.

-Pero no estás en la mira.

Sellan mi boca con nieve brutal.
Me desvisto en el atelier del pintor. Deshojan mis ataduras otoñales y una única hoja marrón envuelve mi cintura.

-Pero no estás en la mira.

Píntenme la piel de azul.
Si el torbellino de los sueños es rojo coloquen su diadema en mi mano.

-Pero no estás en la mira.

Como era de esperar,
siento la humedad en mis espinas.

Soy yo la que mira,
soy yo la sirena,
soy yo el azul
y la última palabra.

9/8/07

Si la experiencia es herida
la grieta anuda la palabra
letrada, la hoja ardida
en el peso del tiempo.

Lavar la palabra, don de la pena.

8/8/07

Voy a caminar
a la implacable y lunar.

Ahora.

Mi cauce:

es de aire: tu aliento
es de tierra: el futuro.

6/8/07

¿Quien era yo?
En un sorbo de mar preparo mi última batalla.

¿Quien eras vos?
En un sorbo de cielo recorto tu perfil de águila.

Pasan mis muertos, pasan.
Ellos cobijan una estrella blanca.

¿Quienes éramos?

En un verso estrujado
tejieron la red pluvial.

Éramos como los pastos crecidos
de un monte olvidado y hermoso.

Y un sólo arenal de ecos
espantaba tu mirada ardida

2/8/07

Un ancla y vararse ahí. Una piedra azul en el lago intacto.

Yo salgo a la estrecha lumbre
y la paz me descubre el manto de ansiedades.



Calma lacia.
La cala duerme.