25/3/08

Onírica

En mi sueño de anoche
las cucharas escarbaban.
Los niños juegan a las cucharas
y escarban escarban escarban.
Intimidad.
Algo estarán tramando.
Desato nudo,
cuerda
y lanza, desatador.
Te estoy llamando,
¿no ves?
Mi cuchara no tiene filo.
Caracoles y almejas pueden quedarse con su lenguaje.
Escribiré lo que duele.
Aún cuando se acabe la noche.
Aún cuando se acabe la penumbra.

Y en una grieta natural
los roces de mi escritura agitarán la pluma.
Los roces serán látigos
sobre tu calma.

24/3/08

Afán de soñar

Ay de este afán de soñar sin memoria fija,
de aparecer en la tiniebla con una pluma de pájaro.
Aquí, en esta arena que nunca nos vio crecer
te sueño, de a fragmentos.

Un ojo es una conchilla labrada
por los dedos del mar.
¿Por qué a orillas de marzo
comienzo a declinar?
Comienzo a malograrme
como todo vino
que supo ser bueno.

No sé por qué te llamo en sueños,
para que consumes el acto que nos atañe a ambos.
Y te lleves,
finalmente,
tu fragmento añorado.

18/3/08

La víscera me habla,
gol-pe-tea la respuesta.

La cuchara escarba el ojo,
en otoño, acuclillado.

Un amor durmió en la cresta
de una ola en tu suerte.