Abrir una ventana a la luz de la tarde
o al asalto de una noche de piel ligera
ese acto libertario
propio de ciudades
con ojos como casas en la penumbra aislada
y brisa de cemento solitario ambiguo
nos anuncia otro septiembre
de mares solidarios
y augurios de verano
en el vano antiguo.
1 comentario:
Se abre una ventana cibernética y me topo con este blog. Algo —que no se me pregunte qué— me incitó a abrir esta otra ventana y saludar, así, sin más.
Publicar un comentario