Una vez escribí un cuento sobre un pajarito llamado Leo. Parece que yo había decidido que a Leo no le gustaba volar y andaba siempre en compañía de una lechuza muy amarga que lloraba la muerte de su tercer marido. Pero después algo pasaba y Leo salía en busca de aventuras y se tropezaba con la cabeza de una señorita muy bonita que se llamaba Emilia y pafate se enamoraba.
Típico.
Enamorarse de una cabeza.
Es tan típico que ni daba postearlo, realmente.
3 comentarios:
Aplausos. Este post es genial.
Yo tambien me enamoré de una cabeza. Suerte que ella vino acompañada de todo el resto...:)
Lindo cuento. Besos
conozco pibes que se enamoran de un culo, mira lo que te digo.
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