1/7/09

La casa

La luna vino a la casa.
A vestirse.
Me preguntó mi nombre
y su frío
se posó en las ventanas.
Yo supe:
responder con mi sangre,
enrarecer el aire,
la viruta cesó
y los pájaros cantaron.
La puerta de al lado se abrió
y trajo un murmullo de niños.
Estallaron los cuerpos.
No recogí los pedazos.
Los miré,
despacio,
uno por uno.
La savia que había en mí
comenzó a aclararse.
Alguien tocó a mi puerta
y le abrí al presente.

octubre de 2008

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