Como quien se embarca en una balsa de madera y lianas
escribo
me embarco
danzo la palabra
y la roca se hunde.
Todo es tan inestable
y es tan de noche
y no hay nadie cerca.
Los hombres hoy son criaturas fantásticas.
En unas horas saldrá el sol.
Habrá madrugada.
¡Habrá madrugada!
Esta convicción nadie puede arrebatármela.
diciembre de 2008
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