8/5/06

Es hora

¿Vamos a jugar por los senderos inventados?
¡Vamos!
Pero antes no te olvides de tu atado de ropa.
¿Cuál ropa?
La que te pondrás en el escenario al que te toque subirte.
¿Necesito ropa?
¡Claro! ¿O que te creías?
Ahora sí, vamos.
¿Y qué esa luz que nos enfoca?
Son los reflectores.
No, no, este no es nuestro escenario. Es más adelante.
Bueno, corramos entonces...
Juguemos a que el reflector no nos tiene que iluminar.
¡Dale!
¡Es una guerra, es una guerra!
Gritemos.
No, pará, ¿qué guerra?
Mejor caminemos hacia ese lugar oscuro del escenario. Debe haber una salida.
Sí, a otro escenario.
¿A otro más?
¿No lo ves ahí?
Uia, la gente nos aplaude.
¡Juguemos a que el reflector rojo no nos toca!
No, qué decis, yo no quiero jugar más.
Un límite, eso es lo que necesitamos.
Un borde, decís vos.
Un límite.
Pero ahí está el tercer escenario...
¿Será ese?
Me parece que es hora de que te pongas la ropa.
Sí.

2 comentarios:

piscica dijo...

Toda la expresión en ese "Uia".
Y la sensación de que esa conversación es, en realidad, de una sola persona. Desnuda.
Que la ropa va junto al tiempo.
Y los escenarios desconfigurados, sólo límites.

ele dijo...

quiero mas senderos inventados

los senderos inventados no tienen limites